Por la mañana, al salir de casa, se veía nublado el cielo.
Eso está bien; por fin el cielo nublado. Empieza a cambiar el tiempo, para bien.
Las nubes traen recuerdos de juegos y lectura de libros.
Espero que podamos volver pronto al campo y disfrutar de un buen día y una buena tarde junto a la chimenea.
La comida de hoy ha estado muy buena. Un guiso de judías con arroz. Totalmente recomendable para este tiempo.
Sin embargo, al terminar, el cielo estaba iluminado. Sol y nubes. Ahora sigue brillando el sol, pero la luz en las macetas es definitivamente de un otoño naciente. ¿Definitivamente? No estoy seguro. Esta luz solar es todavía intensa. Reverbera en las hojas en un verde amarillento intenso. Tiene fuerza. Son los últimos versos que canta el verano. Está bien. Todo es como debiera.
Y me ha encantado disfrutar del verde intenso de las plantas de la calle. El cielo nublado siempre realza el verde de la vegetación. Estas plantas han crecido repentinamente. ¿Habrá llovido? ¿Cuándo? Hay algunos charcos en las proximidades. ¿Habrá sido esta noche? Más bien el fin de semana. Pero no sé cómo no me he dado cuenta del estirón que han dado hasta hoy.
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