sábado, 6 de octubre de 2018

20181006 (Curación)

Lo mejor de hoy ha sido ver recuperarse a mi familia, de una enfermedad que les ha tenido postrados durante 3 ó 4 días.

Yo no cogí el virus, pero el viernes enfermé de puro agotamiento tras una semana dura en el trabajo, de insomnios y estreses. Este sábado lo he pasado casi por completo en la cama. Más que una convaleciencia me ha parecido una lucha. Desde luego he librado muchas batallas. Lo digo sin petulancia. Ojalá no hubiera tenido que librar

Hijas, aprended que todo se pasa, aún en los días más oscuros. El cuerpo y el alma se curan, aunque no lo parezca cuando uno está enfermo, aunque parezca que sólo puede ir a peor. No desestimeis los cuidados, las medicinas, el descanso. Pero lo más importante es mantener la calma y cierta confianza, en la medida en que nuestras fuerzas nos lo permitan.

Y valorar y dar gracias por los momentos de salud.

No hay comentarios: